A este respecto hay que tener en cuenta la aleatoriedad de la historia, más allá de nuestra libre interpretación.
Sin la influencia del Renacimiento italiano, tal vez las trayectorias de Durer y Holbein se hubieran parecido lamentablemente a la de un Martín Schongauer por poner un solo ejemplo
Durer viaja a colmar con la ilusión de aprender del maestro pero hubo de resignarse a aprender de sus ayudantes la técnica del cobre. Por no estar atento a la inquietud espiritual animada por el Renacimiento, sin conocer la belleza clásica que fue Durer una revelación. Después de sus viajes a Italia fortalece su personalidad artística asumiendo la teoría renacentista de la individualidad.
Si este famoso y perfecto monograma, imitado ya por sus contemporáneos, se dispone compositivamente de manera similar a las marcas de impresores cabe suponer que, en una mentalidad racional como la suya, este gesto de compromiso formal con la disciplina tipográfica implica a la vez un homenaje y una identificación con el medio transmisor de cultura que en su día repudiara Rafael.
No es ninguna exageración afirmar que Dürer inicia con su monograma la Era Moderna del diseño de imagen de identidad corporativa. En efecto, ¿cuántas de las mejores muestras de monogramas comerciales de nuestro siglo son herederas, directa o indirectamente, de esta famosa imagen?.

La inserción de la D dentro de la A es un hallazgo formal que participa claramente de la retórica geométrica con que el Renacimiento ilumina toda la cultura de la forma, así como el estudio que sobre el mejoramiento de los caracteres romanos y góticos dirige el propio Dürer, en las postrimerías de su vida, «a todo aquel que usa de la regla y el compás»,

Desde su tratado Unterweisung der. Messung, a «pintores, arquitectos ya todos aquellos orfebres, picapedreros, escultores que en alguna ocasión precisen colocar alguna inscripción sobre paredes majestuosas, redundará en beneficio de su trabajo el que puedan formar las letras correctamente».
Desde una perspectiva tipográfica resulta no solo alentador, sino también significativo, el interés que demuestran hacia el libro impreso y sus técnicas dos artistas alemanes, Durer y Holbein, cuyo estilo se ha italianizado.
El resumen ideológico a que Durer somete su densa experiencia plástica en los años finales de su existencia, aparece como una especie de testamento formalizado en un objeto en el que Durer cree abiertamente; el libro impreso.
El caso de hans holbein es también significativo, se estableció en Basilea, donde alternaba su actividad como pintor con la de ilustrador de libros para los impresos suizos Amerbach y froben, a quienes pinto sendos retratos.
El dato histórico mas revelador de la consciente participación de una artista en actividades especificas de diseño grafico fueron la marca de impresor y, sobre todo, la enseña colgante que holbein pinto para la fachada del establecimiento tipográfico de su cliente y amigo Johannes Froben.

Esta colaboración se extendió a los artículos estrictamente comerciales que se producían en los que aparecen productos verdaderamente singulares, realizados sin duda por artistas de gran prestigio que no dudaban, en participar en obras menores con todas sus consecuencias.
Aquí esta, un soberbio juego de cartas del tarot de finales del siglo XV, atribuido a Andre Mantenga. Humanista riguroso, participo decididamente en la calificación que al libro impreso le otorgaron los grandes artistas del siglo. y otros, como Giorgo Vasari "escribiendo al final de uno de los mas fecundos periodos de la creación artística que había conocido nuestro mundo". Durante el Renacimiento se perfila una actividad el Diseño Grafico cuya especificad no quedara suficientemente concluida y categorizada hasta casi quinientos años mas tarde, en la segunda época de la BAUHAUS, cuya aparente revolución formal de la tipografía tanto debiera, siquiera conceptualmente, al renacimiento italiano.
por Paola L. Fraticola
http://www.imageandart.com/tutoriales/historia_diseno/cuatro.html
dado a entender que fue el principio de una nueva era para el Renacimiento con el diseño y asi mostrar ya no simplemente un retrato si no lo que se viene a llamar “afiche” y fue una gran evolución para el medio comunicativo visual
Integrantes:
Rodrigo Pareja
Wilfredo Zela
Randolf Botello